Adaptar, renovar, y actualizar sus marcas y estrategias para poder seguir prestando sus servicios habituales a través de Internet.
Emplear más fuerza y mayores recursos obligados por las circunstancias no es del gusto de nadie. A nadie nos gusta que nos obliguen a nada.
Sin embargo aquellas marcas que han reaccionado obligadas por la situación, también han visto AUMENTADAS SUS OPORTUNIDADES.
En este corto periodo de tiempo se han incrementado de una manera notable las ventas (incluso más de un 300% en algunos casos), de productos y de servicios a través de las páginas web y plataformas digitales de muchos negocios y empresas de todo tipo. Y esta vez no hablo de grandes marcas precisamente, si no de marcas y empresas locales como por ejemplo:
Supermercados, bodegas familiares de vino en su venta directa a particulares, pequeños minoristas de la distribución como tecnología, alimentación, vinos y licores, restaurantes de comida para llevar, industrias cárnicas, sector industrial, farmacias y herboristerías…
También en el sector servicios como servicios de contenidos digitales, educación, asesorías, consultas médicas y psicólogos, consultas de nutrición, clases de idiomas, yoga, cursos de todo tipo, empresas de marketing, empresas de publicidad y marketing digital, telecomunicaciones plataformas de comunicación digital, y un largo etcétera.
¿Y si no nos hubiéramos vistos obligados por las circunstancias? ¿Y si hubieran sido las empresas las que hubieran tomado la iniciativa previamente en vez de haberse visto obligadas?