Así es, la sonrisa influye poderosamente en la decisión de compra. Pero… ¿ya sabes a qué se debe esto? Es por la manera que tiene tu cerebro de procesar las emociones. Tu cerebro procesa de manera inconsciente las emociones tanto explícitas como subliminales que son las que afectan de manera directa a la toma de decisiones, incluyendo por supuesto a la poderosa decisión de compra: «Emoción inconsciente».
Los estudios demuestran que la exposición a rostros sonrientes no solo influye en la venta positivamente sino que también influye en la cantidad de dinero que estamos dispuestos a pagar por un producto o servicio (a veces incluso podemos estar dispuestos a pagar el doble por por un artículo). Todo ello lo procesamos emocionalmente de forma inconsciente. Los rostros sonrientes pueden inducirnos a comprar más artículos que los rostros serios, fríos o malhumorados.
El comportamiento y la sonrisa de la persona que te atiende y vende el producto/servicio también influye poderosamente en la experiencia de compra y por supuesto en la decisión de compra. Un rostro sonriente produce y evoca en el comprador más alegría y una actitud más positiva hacia el producto, la marca y la empresa o comercio que lo vende además de una mayor posibilidad de fidelización y relación a largo plazo.
Ya sabes, cuando estés delante de un cliente, sonríe. Lo que yo me pregunto… ¿cómo podemos sonreír ahora con mascarilla?
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