Esta podría ser una de esas preguntas claves que muy pocas veces nos la hacemos conscientemente cuando pensamos en comprar algo: ¿Podríamos recordar la experiencia de una compra sin acordarnos del tipo de atención que recibimos en el momento de la compra o la obtención del servicio?
Una sonrisa de llena de amabilidad, una mirada a los ojos, paciencia y buen hacer, el tono de la voz al teléfono, las formas, la intención… ¿Te acuerdas de tu última experiencia de compra?
El trato o experiencia de compra incluso antes de la compra va a ser determinante en la decisión de compra. Si no compramos por culpa de una experiencia negativa seguramente no volvamos.
La mayoría de las contribuciones de un empleado, que hace especial un servicio, dependen de 2 motivos principalmente:
1) Que salga de su propia iniciativa como empleado
2) El principal factor que desencadena esa iniciativa es su propio interés en esa tarea o desempeño
Resumiendo, es fundamental gestionar adecuadamente el talento y el factor humano en el interior de las empresas como propuesta de marketing interno.
El error de la externalización en la búsqueda del talento
Constantemente vemos empresas zambullidas en aplicaciones más bien impersonales y dejando en manos de empresas externas la búsqueda de talento y el marketing interno, mientras estudios demuestran contrariamente que las organizaciones más exitosas cuentan con los procesos internos que permiten alinear las iniciativas de sus empleados con la estrategia de la empresa. De esta manera encuentran la mejor forma de que se consiga apoyar los objetivos y directrices de la empresa y se contribuya agregando valor en la satisfacción del cliente (tanto de manera individual como en conjunto).
Además cuando un cliente tiene una experiencia exitosa de compra todo esto contribuye a que desee volver a repetir y por lo tanto a su satisfacción y fidelización, y también a mejorar la buena imagen de la empresa.
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