La mente inconsciente se activa siempre al mismo tiempo que la consciente, la única diferencia es que las personas no nos damos cuenta.
Los estudios científicos dicen que más del 75% de las decisiones que tomamos (incluyendo las decisiones de compra, incluso la elección de pareja) son inconscientes o emocionales. Es decir que tan solo el 25% de nuestras decisiones es racional o consciente. Harvard eleva el porcentaje de las decisiones subconscientes hasta el 95%. Yo le haría caso a Harvard.
Aquí te muestro 4 ejemplos claros de como actúa tanto nuestra mente consciente como la inconsciente en 4 situaciones comunes que te pueden pasar cualquier día en tu toma de decisiones (1 ejemplo es real y 3 son sacados de «El libro negro de la persuasión«).
La mente inconsciente no vas a poder controlarla, pero cuanto más la conozcas más conscientemente podrás tomar mejores y más prácticas decisiones.
4 EJEMPLOS:
1.- Una chica comprando un pantalón rojo
PENSAMIENTO CONSCIENTE:
Este pantalón vaquero rojo está muy bonito y me hace buena forma. Me lo voy a comprar. Pero ya tengo varios rojos. Mi madre me dirá que todos los que tengo son rojos. Quizá me queda algo grande. No importa, me compraré una talla menor.
PENSAMIENTO SUBCONSCIENTE:
Cuando me veo con este pantalón me siento feliz. Como cuando tenía 15 años. Mi primer novio en el instituto me decía que me veía espectacular con el pantalón rojo ajustado. Todos me miraban. Lo voy a estrenar para la fiesta de fin de año de la empresa. Me voy a ver genial. Debería comprarme también las botas Martens.
2.- Pensamiento de una mujer joven a la que le gusta un hombre en un bar
PENSAMIENTO CONSCIENTE:
Me gusta ese hombre. Es muy atractivo. Me gusta su sonrisa y como interactúa con sus amigos. Me suena un montón pero no me acuerdo de que. Ya me ha mirado varias veces.
PENSAMIENTO SUBCONSCIENTE:
Su loción me recuerda a mi padre. También su forma de expresarse con los demás. Sus ojos se dilatan cuando me ve y eso es algo hipnótico, me dicen que soy bonita. La camisa roja le queda genial. Cuando he pasado a su lado sus feromonas me dicen que es ideal para mi tipo de genética. Me parece conocido.
3.- Una hamburguesa de McDonald’s
PENSAMIENTO CONSCIENTE:
Tengo mucha hambre y no tengo mucho tiempo. Me comeré una hamburguesa en este sitio, me encantan las hamburguesas.
PENSAMIENTO SUBCONSCIENTE:
Cada vez que paso por McDonald’s los colores predominantes amarillo y rojo me atraen y me generan más hambre y ansiedad. Solía comer aquí con mi novia y la echo de menos. Mientras pienso esto y saboreo la hamburguesa observo al payaso de McDonalds que sonríe sentado afuera del local de comida rápida y su sonrisa me comunica felicidad. El olor de pan de hamburguesa recién hecho me regresa a mi infancia. Se que las hamburguesas no son sanas, son peligrosas, como el alcohol, pero el peligro me atrae. Me apetece una cerveza.
4.- Comprando un móvil
PENSAMIENTO CONSCIENTE:
El nuevo Iphone es espectacular, pero está muy caro. Mejor me compro un Android que me cuesta 3 veces menos. ¿Y si luego no sale tan bien y me falla la conexión? Un Iphone no puede fallarme y es más bonito. Es una compra segura y lo puedo ir pagando mes a mes.
PENSAMIENTO SUBCONSCIENTE:
Me emociono solo de pensar tener mi Iphone en la mano. Ayer se lo vi a Luis mi jefe y es espectacular. Luis es una persona genial y yo quiero ser como él. Me voy a ver muy bien con mi nuevo Iphone. Además en esta última versión la manzana se ilumina más y cambia de color. Una persona de mi nivel solo puede ir con un teléfono como este. Cuando saque el nuevo Iphone todo el mundo me va a admirar y a preguntar. Me hace sentir mucho más seguro y feliz. Representa perfectamente el tipo de personalidad que tengo.
Y ahora que ya controlas un poco más sobre tu mente te pregunto: ¿Serías capaz de adivinar cuál de estos 4 ejemplos es el ejemplo real?
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